#Salud, #humanidad, #cooperación. Estas palabras, a menudo relegadas al reino de los ideales utópicos, son de hecho los cimientos esenciales para un mundo más saludable y equitativo. Si bien el concepto de #OneHealth, que reconoce la interconexión de la salud humana, animal y ambiental, está ganando terreno, todavía enfrentamos un desafío crítico: romper los silos que impiden una verdadera colaboración global.
Nuestro mundo es cada vez más digital, donde las palabras clave no son solo hashtags, sino herramientas poderosas para la conexión y la acción. Sin embargo, las amenazas muy reales para la salud mundial (pandemias, resistencia a los antimicrobianos y cambio climático) exigen más que un diálogo digital. Exigen un cambio de paradigma.
El clima geopolítico actual, a menudo caracterizado por la división y el interés propio, puede hacer que la colaboración genuina se sienta como una Misión Imposible. Vemos problemas de salud politizados, recursos acumulados y desigualdades exacerbadas. Pero la verdad es que la salud no es una moneda de cambio política. Es un derecho humano fundamental, intrínsecamente vinculado a la #justicia, la #equidad y, en última instancia, a nuestra supervivencia colectiva.
Entonces, ¿cómo cerramos esta brecha entre la retórica y la realidad?
Invertir en educación e intercambio: Empoderar a las futuras generaciones de profesionales de la salud, particularmente del Sur Global, es primordial. Ampliar el acceso a la educación médica de calidad, fomentar los programas de intercambio intercultural y apoyar el desarrollo de la infraestructura sanitaria en las regiones desatendidas no son solo actos de altruismo, sino inversiones estratégicas en un futuro más saludable para todos.
Reconocer la interconexión: El enfoque de One Health, lejos de promover una visión singular y egoísta de la salud, enfatiza la interconexión de todos los seres vivos y nuestro entorno compartido. Como lo destaca el trabajo vital de organizaciones como la Red Ambiental de Ginebra, proteger los ecosistemas, promover prácticas sostenibles y abordar el cambio climático no están separados de la salvaguardia de la salud humana, sino que son parte integral de ella.
Adoptar un enfoque holístico: debemos ir más allá de los enfoques fragmentados de la salud, reconociendo el papel crucial de las diversas partes interesadas. Los veterinarios, los científicos ambientales, los economistas, los responsables políticos y las propias comunidades deben ser traídos a la mesa. Esto requiere un cambio de mentalidad, de la competencia a la #cooperación, del aislamiento a la integración.
Los desafíos son innegables, pero las recompensas potenciales son demasiado grandes para ignorarlas. Al adoptar un enfoque holístico, colaborativo y centrado en el ser humano de la salud, podemos transformar lo aparentemente imposible en una realidad compartida. Elijamos actuar, no como naciones aisladas, sino como una sola humanidad, unidos en nuestra búsqueda de un futuro más saludable y más justo para todos.