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Volume 6, Issue 1
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Estrategias de diseño arquitectónico para la prevención y el control de infecciones en centros de salud rurales de recursos limitados en países en desarrollo: cerrar la brecha con un diseño sensible al contexto

Alessandra Ciccozzi;Cecilia Ceccarelli;Fabio Scarpa;Francesco Branda;Giancarlo Ceccarelli;Laura Elena Pacifici Noja;Marta Giovannetti;Massimo Ciccozzi
DOI: https://doi.org/
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Abstract

Las enfermedades infecciosas representan una amenaza significativa para la salud pública, particularmente en los países en desarrollo, donde el acceso a la atención médica a menudo es limitado. Este desafío se agrava aún más en las zonas rurales, donde las limitaciones de recursos y las limitaciones de infraestructura dificultan la implementación de medidas efectivas de prevención y control de infecciones. El diseño arquitectónico juega un papel crucial en la mitigación de estos desafíos al crear entornos de atención médica que minimizan inherentemente el riesgo de transmisión de infecciones. Este documento explora estrategias de diseño arquitectónico sensibles al contexto para instalaciones rurales de atención primaria de salud en países en desarrollo, centrándose en maximizar la eficacia de la PCI en entornos extremadamente limitados en recursos. Reconociendo que las soluciones convencionales de alta tecnología a menudo no son prácticas en estos contextos, enfatizamos las intervenciones de diseño sostenibles, culturalmente apropiadas y de bajo costo. Al adoptar un enfoque holístico y sensible al contexto para el diseño arquitectónico, podemos crear centros de salud rurales que no solo sean funcionales, sino que también actúen como defensas de primera línea contra las enfermedades infecciosas, contribuyendo en última instancia a mejorar los resultados de salud en entornos con recursos limitados.

Introducción

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han establecido una amplia agenda para promover la salud y lograr la equidad para 2030. Sin embargo, promover una vida saludable y el bienestar para todos sigue siendo un desafío en entornos con recursos limitados [1]. Muchas zonas de los países en desarrollo siguen sufriendo importantes desequilibrios socioeconómicos y desigualdades en el acceso a los recursos sanitarios y a una atención médica de calidad. La prevención y el control de infecciones (PCI) es particularmente difícil en las zonas rurales, donde los recursos sanitarios suelen ser extremadamente limitados [2,4]. Al mismo tiempo, las enfermedades infecciosas son una gran carga para los resultados de salud de la población y presentan un desafío formidable para la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud, una alta carga de enfermedades transmisibles como la malaria, la tuberculosis y el VIH/SIDA ejerce una presión considerable sobre los sistemas de salud en los países en desarrollo [5]. El acceso a la atención en centros calificados es difícil para una gran parte de la población en estas áreas y, como resultado, los ODS para reducir las tasas de mortalidad relacionadas con la infección siguen sin cumplirse (fig. 1) [6]. Dados estos desafíos, la disponibilidad de instalaciones sanitarias capaces de responder eficazmente a las necesidades en espacios seguros y altamente sostenibles es una prioridad clave para la salud individual y pública, especialmente en áreas rurales extremadamente limitadas en recursos.

Imagen 1. El mapa del tiempo de viaje a pie (África, Europa y Asia) a los centros de salud (inspirado en Weiss, DJ, et al. Mapas globales del tiempo de viaje a los centros de salud. Nat Med 2020).

Prevención y control de infecciones en países en desarrollo

La CIP representa un enfoque fundamental basado en la evidencia destinado a proteger a los pacientes y al personal sanitario de las infecciones evitables. Influye en todos los aspectos de la atención médica, incluida la higiene de las manos, la prevención de infecciones en el sitio quirúrgico, la seguridad de las inyecciones, la resistencia a los antimicrobianos y las operaciones hospitalarias durante las emergencias y la atención de rutina [4,7-9]. El IPC es único en el ámbito de la seguridad del paciente y la atención de calidad, ya que es universalmente relevante para cada interacción de atención médica, involucrando a cada paciente y trabajador de la salud (fig. 2). Lograr una IPC efectiva es una prioridad en cualquier programa de atención y requiere esfuerzos continuos en todos los niveles del sistema de salud, desde los responsables políticos y los administradores de las instalaciones hasta los trabajadores de la salud y los pacientes. Los programas de CIP de apoyo son particularmente vitales en los países de ingresos bajos y medios, donde la prestación de atención médica y los estándares de higiene a menudo se ven comprometidos por infecciones secundarias [7-9]. La Organización Mundial de la Salud afirma que el riesgo de infecciones asociadas a la atención médica (IaaS) en los países en desarrollo es de dos a veinte veces mayor que en los países industrializados. Esto se debe a una combinación de factores: recursos limitados, limitaciones de infraestructura, brechas de conocimiento y factores socioeconómicos y políticos [10].

|||UNTRANSLATED_CONTENT_START|||Figure 2.|||UNTRANSLATED_CONTENT_END||| Cadena de infección

 

Los países en desarrollo a menudo se enfrentan a la escasez de recursos esenciales como agua potable, instalaciones de saneamiento, equipos de protección personal, desinfectantes y trabajadores de la salud capacitados. El hacinamiento en los hospitales, los sistemas de ventilación inadecuados y las malas prácticas de gestión de residuos pueden contribuir a la propagación de infecciones. La falta de conciencia y capacitación sobre las prácticas adecuadas de IPC entre los trabajadores de la salud puede dificultar la implementación efectiva. Además, la pobreza, la desnutrición y el acceso limitado a la atención médica pueden aumentar la susceptibilidad de los pacientes a las infecciones.

Mejorar la CIF en los países en desarrollo requiere un enfoque multifacético. Una fuerte voluntad política y la inversión en infraestructura sanitaria, recursos y programas de formación son esenciales. Proporcionar a los trabajadores de la salud los recursos, la capacitación y el apoyo necesarios para implementar las pautas de IPC es crucial. Involucrar a las comunidades en los esfuerzos de IPC y promover la educación para la salud puede conducir a un cambio de comportamiento sostenible [11]. El intercambio de conocimientos, mejores prácticas y recursos entre países desarrollados y en desarrollo puede acelerar el progreso. Sin embargo, en entornos rurales remotos y de escasos recursos, donde el acceso a una infraestructura de salud de alta calidad es limitado, el desafío de cumplir con las pautas de IPC es aún mayor [12]. Estas áreas a menudo enfrentan no solo altas cargas de enfermedades transmisibles, sino también importantes obstáculos geográficos y climáticos, combinados con creencias sociales, culturales y espirituales únicas que contribuyen colectivamente a la dificultad del control de infecciones [13]. La presencia de pequeños centros de salud en estas regiones es crucial para salvaguardar la salud pública, sin embargo, las difíciles condiciones ambientales que prevalecen en estas áreas a menudo conducen a una adhesión mínima a las normas de PCI. A pesar del enorme desafío, existen estrategias comprobadas para mejorar la CIP incluso en entornos con recursos limitados. Las estrategias clave de IPC se pueden resumir en siete puntos principales: higiene de manos, limpieza y desinfección ambiental, prácticas de inyección seguras, gestión de residuos, precauciones de aislamiento, administración de antimicrobianos y educación y capacitación. Abordar estos desafíos e implementar estrategias efectivas de PCI puede crear entornos de atención médica más seguros y mejorar los resultados de salud para todos, independientemente de dónde vivan [12]. Un aspecto menos explorado pero de importancia crítica de la aplicación de IPC es la contribución que puede hacer el diseño de espacios hospitalarios específicos. Los recursos y estrategias arquitectónicas pueden mejorar sustancialmente los estándares de IPC incluso en condiciones extremas y a un costo mínimo. Epidemiológicamente, el entorno sanitario se considera uno de los factores extrínsecos que afectan al agente infeccioso y a la oportunidad de exposición. Aunque la relación entre el entorno sanitario y la prevención y el control de enfermedades infecciosas está ganando reconocimiento, desarrollar el conocimiento para adoptar de manera eficiente estrategias de diseño para el control de enfermedades infecciosas sigue siendo un desafío importante en los países en desarrollo [11,14].

Contribuciones del diseño arquitectónico a la prevención y control de infecciones en entornos extremadamente limitados en recursos: estrategias de diseño pasivo

El diseño arquitectónico puede contribuir significativamente a la prevención y el control de infecciones en los centros de salud, incluso en entornos con recursos limitados. Incluso las pequeñas opciones de diseño pueden tener un gran impacto en IPC. Al centrarse en la asequibilidad, la sostenibilidad y el contexto local, los arquitectos pueden marcar una diferencia real en la creación de entornos sanitarios más seguros en los países en desarrollo. Al adoptar estrategias de diseño seguras y sostenibles, los centros de salud en los países en desarrollo pueden avanzar hacia un modelo de atención más responsable con el medio ambiente, rentable y resistente, que en última instancia beneficie tanto a las generaciones presentes como a las futuras [15,16]. Finalmente, al interactuar con las comunidades locales para comprender sus necesidades y prácticas relacionadas con la higiene y la atención médica, los responsables políticos y los arquitectos pueden organizar y diseñar instalaciones de atención médica culturalmente apropiadas y aceptadas por la comunidad [17].

Algunas estrategias clave se informan en la tabla 1.

Estrategias de IPC Conceptos de IPC Estrategias de Diseño
Optimización
Natural
Ventilación
Reduce los patógenos transmitidos por el aire: un buen flujo de aire elimina naturalmente las bacterias y los virus transmitidos por el aire, lo que reduce el riesgo de transmisión.

Rentable: depende de las fuerzas naturales, lo que reduce la necesidad de sistemas de climatización intensivos en energía y su mantenimiento.

Orientación: Posicionar el edificio para aprovechar los vientos dominantes.

Colocación de ventanas: las ventanas altas y bajas crean un «efecto de pila», atrayendo aire fresco y expulsando el aire viciado.

Pozos de ventilación: los pozos verticales pueden mejorar el flujo de aire natural a través del edificio.

Patios: los espacios abiertos dentro de las instalaciones pueden promover la circulación de aire.

Optimización
Natural
Encendido
Desinfección: La luz solar tiene propiedades germicidas naturales, matando algunas bacterias y virus en las superficies.

Mejora la visibilidad: mejor visibilidad para que el personal de limpieza identifique y aborde posibles problemas de higiene.

Ventanas grandes: maximiza la cantidad de luz natural que entra en el edificio.

Claraboyas: Introduce la luz solar en las zonas más profundas de la instalación.

Pozos de luz: reflejan la luz solar en los espacios interiores.

Estantes luminosos: superficies horizontales que rebotan la luz del día más profundamente en las habitaciones.

Fácil y sencillo
– Se limpian fácilmente
Diseños
A – Porosidad superficial y capacidad de limpieza: priorice los materiales no porosos: los materiales no porosos y las superficies sólidas tienen menos probabilidades de albergar microorganismos y son más fáciles de limpiar y desinfectar de manera efectiva. Esto reduce el riesgo de contaminación del agua subterránea. Minimice las líneas y costuras de lechada: las superficies sin costuras son cruciales. Cuando las costuras sean inevitables, use selladores antimicrobianos y asegúrese de que se mantengan adecuadamente para evitar la acumulación de gérmenes.

B – Consideraciones de superficie de alto contacto: Desinfección frecuente: identifique las superficies de alto contacto (manijas de puertas, barandillas, interruptores de luz, botones de llamada) y seleccione materiales que puedan soportar la desinfección frecuente con limpiadores de grado hospitalario sin degradarse.

C – Diseño para la accesibilidad y la limpieza a fondo: Fácil acceso para la limpieza: Asegurar un espacio adecuado alrededor de los equipos y muebles para una fácil limpieza y desinfección. Evite las esquinas estrechas o las áreas de difícil acceso que se pueden pasar por alto durante la limpieza de rutina. Uniones de pared y piso: use zócalos embutidos o transiciones integrales de piso y pared para eliminar las trampas de suciedad y facilitar la limpieza a fondo.

Nota: Las propiedades de Surface cumplen con IPC y seguridad laboral

Emisiones de COV

Materiales con bajo contenido de COV: elija materiales con bajas o nulas emisiones de compuestos orgánicos volátiles para mantener una buena calidad del aire interior y minimizar los posibles riesgos para la salud. Busca productos certificados por organizaciones de renombre como Greenguard o FloorScore.

SI Seguridad contra incendios: SI

Materiales resistentes al fuego: Asegúrese de que todos los materiales cumplan con las normas de seguridad contra incendios y los códigos de construcción. Utilice materiales resistentes al fuego, especialmente en áreas con alto riesgo de incendio.

Sostenibilidad:

Materiales respetuosos con el medio ambiente: considere utilizar materiales sostenibles y reciclados siempre que sea posible para minimizar el impacto ambiental de la construcción. Busca productos con certificaciones como LEED o Cradle to Cradle.

Selección de materiales

Superficies sin costuras: opte por materiales que creen superficies lisas y continuas con líneas de lechada, costuras o grietas mínimas donde la suciedad y los gérmenes puedan acumularse. Entre los ejemplos se encuentran:

  • Materiales de revestimiento sólidos (por ejemplo, Corian, Avonite) para encimeras y fregaderos.
  • Opciones de pisos sin costuras como láminas de vinilo, epoxi vertido o pisos de goma.
  • Paneles de pared de gran formato hechos de materiales como laminado de alta presión o vidrio.

Materiales no porosos: elija materiales que sean resistentes a la humedad y las manchas, lo que los hace fáciles de limpiar y desinfectar. Entre los ejemplos se encuentran:

  • Metal (por ejemplo, acero inoxidable) para equipos, accesorios y muebles.
  • Vidrio para tabiques, puertas y revestimientos de paredes.
  • Materiales de superficie sólida para encimeras y fregaderos.

Acabados duraderos: seleccione materiales con acabados duraderos que puedan soportar la limpieza y desinfección frecuentes sin degradarse. Busque acabados que sean:

  • Es resistente a la humedad
  • Baldosas de cerámica: Con lechada antimicrobiana.
  • Paneles de pared resistentes a la humedad: plástico sólido fenólico reforzado con fibra de vidrio.
  • Resistente a las manchas
  • Resistente a los arañazos
  • Resistentes a los químicos

Opciones antimicrobianas: Considere el uso de materiales con propiedades antimicrobianas, como aleaciones de cobre, que pueden matar continuamente las bacterias en contacto, proporcionando una capa adicional de protección.

Dato de diseño:

Esquinas cóncavas: Diseño de esquinas cóncavas (redondeadas) donde las paredes se encuentran con los pisos y techos. Esto elimina los ángulos agudos que son difíciles de limpiar y pueden albergar polvo y gérmenes.

Características integradas: integra lavabos, encimeras y salpicaderos sin problemas para minimizar las juntas y grietas.

Recortes y molduras mínimos: reduce el uso de molduras y molduras decorativas, que pueden acumular polvo y hacer que la limpieza requiera más tiempo.

Características empotradas: Considere los dispensadores de jabón empotrados, los dispensadores de toallas de papel y los dispensadores de desinfectante de manos para crear una superficie de pared más lisa. Paneles de fácil acceso: Diseñe paneles de acceso para sistemas de plomería y eléctricos que sean fáciles de quitar y limpiar.

3. Consideraciones adicionales

Selección de color: las superficies de color claro pueden facilitar la detección de suciedad y derrames, mientras que los colores más oscuros pueden mostrar arañazos y desgastarse más fácilmente.

Diseño de iluminación: una iluminación adecuada es esencial para una limpieza eficaz. Asegúrese de que todas las áreas estén bien iluminadas, prestando atención a las esquinas y debajo de los muebles.

Planificación del mantenimiento: tenga en cuenta los requisitos de mantenimiento a largo plazo de los diferentes materiales y acabados al tomar decisiones de diseño.

Lavado de manos descentralizado
Estaciones
Ubicaciones estratégicas: coloque las estaciones en áreas de alto tráfico y puntos de atención, como cerca de las entradas de las habitaciones, las camas de los pacientes, las áreas de preparación de medicamentos y los baños exteriores.

Visibilidad: asegúrese de que las estaciones sean fácilmente visibles y estén claramente marcadas para fomentar el uso frecuente.

Diseño universal: diseñar estaciones para que sean accesibles a personas de todas las capacidades, teniendo en cuenta a los usuarios de sillas de ruedas, a las personas con movilidad reducida y a los niños.

Reducción de salpicaduras: diseñe lavabos y grifos para minimizar las salpicaduras, que pueden propagar contaminantes.

Diseño integrado: incorpore estaciones de lavado de manos sin problemas en el diseño general de la instalación, en lugar de tratarlas como ideas de último momento.

Planificación del espacio: asigne suficiente espacio alrededor de las estaciones para permitir un uso cómodo y evitar aglomeraciones.

Iluminación: Proporcione una iluminación adecuada para garantizar la visibilidad y promover una higiene adecuada de las manos.

Señalización y educación: Use señalización clara para indicar la ubicación de las estaciones y refuerce las técnicas adecuadas de lavado de manos.

Flexibilidad y adaptabilidad: las estaciones de diseño deben ser modulares o adaptables para adaptarse a los cambios futuros en las necesidades o la tecnología.

Ahorro de agua: explora las funciones de ahorro de agua, como los grifos de bajo flujo y las válvulas de cierre automático.

Espacial
Separación
REGIONALIZACIÓN Y DISTRIBUCIÓN ZONAL
A – Estratificación y separación de riesgos:

Identifique los niveles de riesgo: evalúe diferentes áreas de la instalación y categorícelas en función del riesgo de transmisión de infecciones (por ejemplo, áreas de alto riesgo como quirófanos y salas de aislamiento, áreas de riesgo moderado como salas de pacientes, áreas de bajo riesgo como oficinas administrativas).

Barreras físicas: use paredes, particiones, puertas y pasillos para crear una separación física entre áreas de diferentes niveles de riesgo. Esto ayuda a contener posibles brotes y evita la propagación de agentes infecciosos.

Control de presión de aire: Emplee diferenciales de presión de aire para controlar el flujo de aire entre zonas. Por ejemplo, mantenga la presión negativa en las salas de aislamiento para evitar que los patógenos transportados por el aire se escapen.

B – Zonificación para el control de infecciones:

Zonas funcionales: divida la instalación en distintas zonas según su función (por ejemplo, zonas de atención al paciente, zonas de personal, zonas públicas). Esto ayuda a minimizar el tráfico innecesario y la posible contaminación cruzada entre diferentes grupos de usuarios.

Flujos de trabajo limpios vs. sucios: establezca vías claras para el movimiento de personas, equipos y materiales para separar los flujos de trabajo «limpios» y «sucios». Esto ayuda a prevenir la propagación de contaminantes de las áreas contaminadas a las áreas limpias.

C – Flujo de tráfico y orientación:

Minimizar el tráfico cruzado: Diseñar rutas de circulación para minimizar la intersección del personal, los pacientes y los visitantes de diferentes zonas de riesgo. Utilice entradas, pasillos o ascensores separados para diferentes grupos de usuarios.

Señalización clara: Implemente una señalización clara e intuitiva para guiar a las personas a través de las instalaciones y reforzar los protocolos de zonificación.

Señales visuales: use códigos de colores, marcas en el piso u otras señales visuales para diferenciar entre zonas y guiar el flujo de tráfico.

Diseño flexible: incorpore elementos de diseño flexibles, como particiones móviles o habitaciones adaptables, para modificar fácilmente los diseños de zonificación en respuesta a necesidades cambiantes o brotes.

Visibilidad y Luz Natural: Diseñar espacios con buena visibilidad para favorecer el seguimiento y la vigilancia natural. Maximiza la luz natural para crear un ambiente más agradable y saludable.

Espacios al aire libre: integre espacios al aire libre, como patios o jardines, para brindar oportunidades de aire fresco y un respiro para los pacientes, el personal y los visitantes.

Integración tecnológica: Considere incorporar tecnología, como sistemas de ubicación en tiempo real o señalización digital, para monitorear y administrar el flujo de tráfico y comunicar los protocolos de zonificación de manera efectiva.

Consideraciones Adicionales:

  • Sensibilidad cultural: tenga en cuenta las normas y prácticas culturales al diseñar para la separación espacial y la zonificación.
  • Capacitación del personal: Proporcionar capacitación integral al personal sobre los protocolos de control de infecciones y la justificación de las estrategias de zonificación.
  • Evaluación regular: evaluar y ajustar regularmente los planes de zonificación en función de los datos de control de infecciones, los comentarios del personal y las mejores prácticas
Residuos
Gestión
A – Segregación de residuos en origen:

Categorías claramente definidas: Implemente un sistema codificado por colores con contenedores claramente etiquetados para diferentes flujos de residuos:

  • Residuos generales: Residuos no peligrosos.
  • Residuos infecciosos: Residuos contaminados con sangre, fluidos corporales o materiales potencialmente infecciosos.
  • Desechos punzantes: agujas, bisturíes y otros objetos punzantes.
  • Residuos farmacéuticos: Medicamentos caducados o no utilizados.
  • Residuos reciclables: Papel, plástico, vidrio.

Contenedores colocados estratégicamente: Coloque los contenedores de residuos en lugares convenientes cerca del punto de generación de residuos para fomentar la segregación adecuada.

Minimización del volumen de residuos

Reducir, reutilizar, reciclar: Implementar estrategias para reducir la generación de residuos, como el uso de artículos reutilizables siempre que sea posible y explorar opciones de reciclaje para los materiales apropiados.

Control de inventario: Gestionar los suministros médicos de manera efectiva para minimizar la caducidad y el desperdicio.

Manipulación y transporte

Contenedores cerrados: Utilice contenedores a prueba de fugas y resistentes a los pinchazos con tapas para todos los flujos de residuos, especialmente los residuos infecciosos.

Minimizar el manejo: Diseñar flujos de trabajo para minimizar la cantidad de veces que se manejan los desechos para reducir el riesgo de exposición.

Tratamiento y eliminación de residuos

Considere las opciones de tratamiento en el sitio para ciertos flujos de desechos, como el autoclave para desechos infecciosos, para reducir el volumen y el nivel de peligro antes de la eliminación.

Salas de residuos dedicadas: designe salas dedicadas y bien ventiladas con estaciones de lavado de manos para el almacenamiento y la clasificación de residuos.

Chutes y Transportadores: Incorporar chutes o sistemas de transportadores automatizados para transportar de manera segura y eficiente los residuos desde los pisos superiores hasta las áreas de recolección designadas.

Control de acceso: Limitar el acceso a las áreas de almacenamiento de residuos solo al personal autorizado.

Superficies duraderas y fáciles de limpiar: use materiales para paredes, pisos y accesorios que sean duraderos, resistentes a la humedad y fáciles de limpiar y desinfectar.

Señalización y capacitación: Proporcionar señalización clara para indicar los procedimientos de segregación de residuos y proporcionar capacitación integral a todo el personal sobre los protocolos adecuados de gestión de residuos.

Consideraciones Adicionales:

  • Evaluación de riesgos: realizar evaluaciones de riesgos periódicas para identificar peligros potenciales y áreas de mejora en las prácticas de gestión de residuos.
  • Preparación para emergencias: Desarrollar planes de contingencia para la gestión de residuos durante emergencias o desastres.
  • Sostenibilidad: Incorporar prácticas sostenibles de gestión de residuos, como el compostaje de residuos orgánicos, siempre que sea posible.

Las estrategias de diseño pasivo implican un conjunto de técnicas arquitectónicas sostenibles que aprovechan los recursos naturales para optimizar el rendimiento, el confort y la eficiencia energética de un edificio. A diferencia de los sistemas de diseño activo que dependen de intervenciones mecánicas, las estrategias pasivas explotan las características inherentes de un sitio para regular la calefacción, la refrigeración, la iluminación y la ventilación (fig. 3).

|||UNTRANSLATED_CONTENT_START|||Figure 3.|||UNTRANSLATED_CONTENT_END||| Estrategias de diseño pasivo y clima.

 

Los elementos esenciales como la orientación solar, los patrones de viento, la masa térmica, la disponibilidad local de materiales y las características geológicas desempeñan un papel fundamental en la determinación de las estrategias pasivas para un proyecto de centro de salud [17]. Por lo tanto, es imperativo que los arquitectos que trabajan en el diseño de clínicas y hospitales rurales de bajos recursos en los países en desarrollo exploren estrategias de diseño pasivo que minimicen el impacto ambiental y climático, y reduzcan los costos de construcción y mantenimiento.

Ejemplos de estrategias de diseño pasivo para mejorar la ventilación natural y la iluminación

desde una perspectiva arquitectónica, la ventilación natural aprovecha las diferencias en la presión del aire, la temperatura y el viento para ventilar edificios sin la necesidad de sistemas mecánicos [18-23]. Este método incluye diversas técnicas como ventilación de chimeneas, torres eólicas y efectos de patio. La ventilación por chimenea utiliza las diferencias de temperatura para expulsar el aire caliente de las habitaciones o estructuras altas. Las torres eólicas enfrían el aire entrante a través de la evaporación antes de distribuirlo en el interior (fig. VII. Los patios facilitan la subida de aire caliente, que luego es sustituido por aire más frío que entra en los niveles inferiores (fig. 5 25. Se puede lograr un flujo de aire natural óptimo a través de una orientación adecuada del edificio, aberturas estratégicas, ventilación cruzada y estructuras altas. Si bien la ventilación natural proporciona ventilación gratuita, ofrece menos control sobre la calidad del aire en comparación con los sistemas mecánicos.

Dar prioridad a los diseños que maximicen la ventilación natural y la luz solar es un recurso clave para los proyectos de los centros de salud rurales. Como se informó anteriormente, un buen flujo de aire ayuda a eliminar los patógenos transmitidos por el aire, y la luz solar tiene propiedades desinfectantes naturales. La ventilación y la iluminación naturales son herramientas valiosas e integradas para el control de infecciones, especialmente en entornos de recursos limitados donde los sistemas mecánicos pueden ser caros o poco fiables. Al integrar cuidadosamente la ventilación natural y la iluminación, los arquitectos pueden crear entornos de atención médica que sean más saludables, más sostenibles y más adecuados para entornos con recursos limitados. Esto se puede lograr a través de ventanas, patios y orientación del edificio estratégicamente colocados [6-7]. Las consideraciones arquitectónicas clave son que:

  1. el diseño debe adaptarse al clima local para garantizar la comodidad y la eficacia;
  2. las preferencias y prácticas culturales relacionadas con la ventilación y la luz deben considerarse estrictamente para la aceptabilidad de los usuarios de la atención médica;
  3. la ventilación natural debe equilibrarse con medidas de control de infecciones, como una separación espacial adecuada, para evitar la contaminación cruzada.

La integración de la ventilación y la iluminación naturales en los centros de salud de los países en desarrollo contribuye a una infraestructura sanitaria más sostenible y resiliente de varias maneras. En primer lugar, esta estrategia arquitectónica reduce el impacto ambiental al disminuir la dependencia de sistemas de climatización e iluminación artificial que consumen mucha energía, las alternativas naturales reducen significativamente la huella de carbono y los costos operativos de una instalación. Los sistemas naturales de ventilación e iluminación son menos susceptibles a cortes de energía o fallas mecánicas, lo que los hace más resistentes ante desastres naturales o desafíos de infraestructura que a menudo enfrentan los países en desarrollo. La menor dependencia de los sistemas mecánicos se traduce en un importante ahorro de costes en las facturas de energía y mantenimiento, liberando recursos para otras necesidades sanitarias críticas. Esto es particularmente impactante en regiones con redes eléctricas poco confiables o recursos limitados. Además, al mejorar la calidad del aire interior y proporcionar luz natural, estas estrategias pueden contribuir a un entorno de curación más saludable, reduciendo potencialmente la propagación de infecciones y mejorando los tiempos de recuperación del paciente [8]. La ventilación y la iluminación naturales pueden crear un ambiente más cómodo y agradable para los pacientes, el personal y los visitantes, lo que podría reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Finalmente, la utilización de recursos fácilmente disponibles como la luz solar y el viento puede empoderar a las comunidades locales para que participen en la construcción y el mantenimiento de sus instalaciones de atención médica, fomentando un sentido de propiedad y sostenibilidad.

Perspectivas: estrategias para lograr instalaciones sanitarias netas cero en países en desarrollo

El impulso hacia la sostenibilidad en el entorno construido se ha centrado cada vez más en lograr un consumo de energía neto cero, especialmente en el contexto del diseño del lugar de trabajo [25]. El marco de diseño del lugar de trabajo neto-cero va más allá del objetivo básico de la reducción del impacto ambiental. Ofrece un enfoque holístico que aborda tanto la sostenibilidad ambiental como el bienestar de los ocupantes. Esta filosofía de diseño incorpora ventilación natural, maximiza la exposición a la luz del día y fomenta la creación de entornos de trabajo inspiradores, todos los cuales desempeñan un papel vital en la mejora de la calidad de vida de los pacientes y los trabajadores [26-28]. Es importante entender que lograr un lugar de trabajo con cero emisiones netas implica un enfoque integral que incluye varios componentes críticos. En el centro de este esfuerzo se encuentra el principio de eficiencia energética, que se centra en reducir el consumo de energía mediante la implementación de sistemas y prácticas avanzadas diseñadas para minimizar el desperdicio y optimizar el uso de los recursos. Esto implica adoptar medidas como iluminación de alta eficiencia, sistemas avanzados de climatización y diseños de edificios que ahorren energía. Además de mejorar la eficiencia energética, otro aspecto fundamental para crear un lugar de trabajo con cero emisiones netas es la incorporación de fuentes de energía renovables. Esto implica integrar soluciones de energía limpia como paneles solares, turbinas eólicas o sistemas geotérmicos para satisfacer las demandas de energía del lugar de trabajo. Al confiar en estas fuentes renovables, las empresas pueden reducir significativamente su dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro energético más sostenible [27]. Sin embargo, lograr un consumo de energía neto cero también requiere abordar las emisiones de carbono restantes a través de la compensación de carbono. Este paso final implica compensar las emisiones residuales mediante la participación en actividades como la plantación de árboles o la inversión en proyectos de compensación de carbono. Estos esfuerzos ayudan a equilibrar la huella de carbono del lugar de trabajo, contribuyendo así al objetivo más amplio de la sostenibilidad ambiental. Juntos, estos componentes (eficiencia energética, energía renovable y compensación de carbono) forman la base de una estrategia de cero emisiones netas en el lugar de trabajo. Cada elemento desempeña un papel crucial no solo para reducir el impacto ambiental de las operaciones en el lugar de trabajo, sino también para fomentar un enfoque más sostenible y responsable del uso de la energía y la gestión del carbono [26-28]. Para lograr una transición justa y efectiva a la atención médica neta cero, las estrategias deben ser progresivas en lugar de uniformes, abordar la dinámica de la población y las necesidades esenciales, y garantizar que los contaminadores más importantes alcancen las emisiones netas cero antes para crear oportunidades para los demás. Acelerar la agenda de atención médica neta cero no solo puede reducir el impacto climático de las prácticas de atención médica, sino también impulsar la transformación social esencial para cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. En esta década decisiva para la acción climática, el sector de la salud debe desempeñar un papel activo y de liderazgo.

Conclusiones

Uno de los desafíos clave para los científicos es la innovación en el cuidado de la salud en las naciones en desarrollo. Crear una innovación de bajo coste para abordar un problema de salud global no es fácil. Ampliarlo, asegurar el financiamiento, asegurar la distribución, lograr la aceptación cultural y la utilización real son aún más desafiantes. El éxito depende de la comprensión de las condiciones y los recursos de la comunidad local. Trabajar codo con codo, integrando diversas disciplinas y conocimientos, incluso cuando parecen muy diferentes y distantes, es el único camino para lograr una salud generalizada y global.

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Note

1
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3
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